Sin rumbo

San Agustín una vez dijo: “El mundo es un libro y aquellos que no viajan sólo leen una página”. Frase inspiradoras para aquellos que aman la aventura. El conocer, el explorar, el trazar una meta o un plan y alcanzarlo son necesarios para que el ser humano se sienta realizado.

Viajar es mucho más que hacer turismo pero por alguna parte se debe empezar. Es un ejercicio de aprendizaje constante que aleja de las rutinas, pone a prueba y permite conocer esas áreas del individuo que no conocía. La realidad es que la situación económica en la que se vive en estos últimos días viajar a otro país es un costo que tal vez no sea tan accesible para todos pero ¿Por qué no empezar a descubrir lo que tienes en el país dónde se vive? Y a su vez ¿por qué no empezar a descubrir lo que hay dentro de sí? Ya que, como dijo Thomas Browne “Todas las maravillas que buscas están dentro de tu propio ser”

A veces la pregunta inicial es ¿A dónde voy? Que tal si se comienza con ¿Qué necesito en éste momento? Tal vez un poco de sol para calentar ese frío que provoca la rutina del trabajo. Quizás un poco de contacto de la naturaleza para descontaminar los pulmones que provocan la vida en la ciudad. O simplemente desintoxicar el cerebro de tanto consumo chatarra y experimentar el conocimiento que brinda el estar en un nuevo lugar.

No es necesario hacer una enorme maleta, o una gran número de provisiones debido a lo que se anda buscando es romper ese círculo rutinario y entrar en contacto consigo mismo y de paso experimentar la maravillosa sensación de estar en un nuevo lugar o un lugar poco frecuentado para poder exhalar esa energía abrumadora que puede llegar a drenar y recargar con vibras positivas. Un libro, una cámara, quizás unos audífonos sean justo lo necesario para reencontrarse con su propio ser y disfrutar de su propia compañía.

¿Por qué no animarse a salir solo? El andar sin acompañante permite disfrutar de ciertas libertades que a la hora de explorar no pasan por la mente ya que se da por sentado que "viajar solo siempre será una experiencia aburrida”. A continuación se presentan algunos beneficios de aventurar solo:

1- No hay nada que planificar Solo hay que determinar el primer destino y ganas de conducir, el resto viene solo. No hace falta tener un itinerario marcado. De paso, si surgen nuevos destinos no es necesario la aprobación de todo el equipo aventurero para poder disfrutar de las nuevas alternativas. Porque “más adelante” puede -y suele ser- “nunca”. Porque el momento es ahora.

2- No será necesario llevar reloj porque se vivirá sin horario ¿A alguien le importará cuando se llegase al destino? Es otra de las ventajas de sacar tiempo para conocerse. Por otra parte suele suceder que cuando se anda en grupo, siempre habrá alguien pendiente a la hora lo cual en ocasiones impide el disfrute del espacio que se explora en su totalidad. No se trata de perder el tiempo, se trata de vivir sin prisas.

3- Se puede cantar hasta perder la voz las personas tienen su propio gusto musical y no siempre están sincronizados con el mismo género a la hora de ir de viaje. Al andar sin acompañante se tiene el privilegio de poder disfrutar de la libertad de seleccionar el cantante, la canción y hasta el tono para cantar sin esa mirada acusadora de parte de aquel que no le agrada la música. No hay mayor placer que ir en el carro y desgalillarse sin nadie que juzgue. Es una experiencia altamente recomendable y liberadora donde se puede dejar salir a ese cantante que se lleva dentro.

4- Es impredecible- Si se presenta un paisaje bonito se puede parar y hacer una foto, no hay nada escrito así nunca se sabrá qué toca a continuación. Otra ventaja es que no hay que preguntar qué desean comer y simplemente se podrá parar e ir a comer donde se apetezca. Desviarse de la ruta si la oferta es mejor o incluso detenerse en el primer cruzacalle con especial y comer una fritura, un emparedado o quizás una mezcla extraña bajo la sombra de un gran árbol siempre sera una experiencia deleitante. No hay nada como seguir los impulsos sin tener que dar explicaciones.

5. Conocer extraños - Tal vez sea un poco riesgoso ir por el mundo hablándole a personas que no se conoce pero ¿quien dice que no es el momento adecuado para conocer a ese ser especial? Bien dicen que las cosas llegan cuando menos se están buscando por tal razón el ir sin acompañantes y dedicarse tiempo para si puede ser una buena oportunidad para salir de la zona de confort o experimentar un poco de adrenalina y hacer algo diferente, socializar y quien sabe si conocer a esa persona que puede llegar a complementar la vida. Algunos podrían pensar que son cosas que solo suceden en las películas pero nunca se sabe si es el dia de suerte.

6. Es un buen momento para reflexionar- sin duda alguna el sacar espacio para conocer lugares nuevos sin compañía es una oportunidad perfecta para meditar. Tal vez el bullicio y la algarabía de estar rodeados de muchas personas hagan este privilegio un tanto difícil, sin embargo el tener la valentía de experimentar cosas sin ninguna compañia pueda ser el momento indicado para conocerse.

No hay fronteras en la imaginación, ni en los deseos y no debería haberlas en la realidad, porque el momento es ahora. Porque el mundo es más grande, bonito, generoso y solidario de lo que lo hacen creer. Porque viajar obsequia alas, provee libertad, aporta energía, llena de ideas nuevas y fomenta la imaginación, diversifica la perspectiva con la que usualmente se mira el mundo y abre nuevas puertas. Porque romper la rutina es aprender y equivocarse y viceversa. Porque permite salir de zona de confort y ponerle cara al miedo que engendra el cambio. Y sobre todo permite conocerse a sí mismo.