La Atenas de Puerto Rico
Cuidad metropolitana o La atenas de Puerto Rico
Manatí cuenta con 3 hermosas playas que han estado "trending" durante las época de verano. El pueblo ubicado en la costa norte de la isla se distingue por el deporte del surfing ya que muchos amantes de este deporte extremo visitan sus diversas playas para practicar. En esos días de paseos y roadtrip improvisados exploramos los cuerpos salados de este municipio.

Los Tubos es una playa localizada en Manatí y es famosa por su festival playero de verano. Esta playa cuenta con una orilla extensa que la hace perfecta para coger sol. Su arena es muy gruesa y de un color muy llamativo. Es excelente para surfing, debido a que su ola rompe en ambas direcciones: izquierda y derecha. Hay estacionamiento dentro del área recreativa.

Mar chiquita se encuentra en la costa norte de Puerto Rico. Es protegida del oleaje por enormes rocas a su alrededor que forman una gran herradura. Las zonas cercanas a esas rocas podrían ser peligrosas. No es recomendable para nadar debido a sus fuertes corrientes y piedras. Su belleza es tan popular que es una de las favoritas en “Hollywood” para producciones de cine y sus tomas fotográficas aéreas. Perfecta para el “snorkeling” por la variedad de peces y su agua cristalina. El área cuenta con buena sombra sin embargo no cuenta con baños para los visitantes. Tiene un gran espacio para estacionamiento y kioscos que abren los fines de semana. Existen varios sitios arqueológicos cerca del lugar. Recientemente Mar Chiquita se convirtió en una reserva natural.

La Poza de las Mujeres es otra playa famosa en este pueblo. Su nombre se debe a que en los años 1600 a 1700, cuando Puerto Rico era colonia de España, en ella se bañaban sólo las mujeres de la alta sociedad. No hay nada. A parte de la protección solar, debes llevar la comida ya que no hay lugares cercanos para comer, por tanto, tampoco hay baño. La Poza de las Mujeres es parte de la Hacienda La Esperanza.

Todos somos responsables del cuidado de nuestras áreas protegidas y no protegidas. Si queremos que Puerto Rico continúe siendo la Isla del Encanto está en todos nosotros poner nuestro granito de arena
