Beychella

"Homecoming" no tiene nada que ver con "Life is but a Dream", el documental protagonizado -y también co dirigido- por Beyoncé en el año 2013. "Homecoming" es una experiencia. 

Su presentación como headliner en el festival de Coachella del año pasado es prácticamente una excusa. Claro, es un show excepcional como pocos, pero además del espectacular concierto -no sólo por la música, sino también por la coreografía, vestuario y puesta en escena en general-, es una declaración de principios: el orgullo de una de las estrellas más grandes del pop en la historia por ser una talentosa y por sobre todo poderosa mujer negra. 

Ésta es una celebración del feminismo, una verdadera fiesta del alzamiento de la mujer en los últimos años; una instancia de empoderamiento festivo en el que no sobra ningún detalle. Y el perfeccionismo de su protagonista traspasa la música. 

Una puesta en escena sumamente pensada, tanto para las cámaras como para los miles de fans del festival, fue una pieza clave de un concierto que transpira ‘black power’ por todos lados. Con decenas de afroamericanos circulando por el escenario, Beyoncé contó con una enorme banda de viento y percusión al estilo de las universidades estadounidenses que, en este caso, era un homenaje de la artista a las instituciones educativas que se fundaron durante la época de segregación para formar a los jóvenes negros. 

Durante su concierto de casi dos horas, lució unos outfits que tienen más significado de lo que crees. La sudadera con capucha amarilla de Balmain fue un cambio casual para Beyoncé, ¿Pero cuál es el significado de las letras griegas "BAK" que se ven en la sudadera? Según ABC News, Beyoncé podría haberse referido a su propia hermandad, Beta Delta Kappa, mientras que otros piensan que la cantante hace referencia a algo más literal: "volver" ("back" en inglés), lo que significa que volvió a ser el centro de atención. Otras teorías de sus fans sugieren que "B" y "K" son simplemente sus iniciales, mientras que la letra delta se referiría al símbolo "The Roc", honrando a la compañía Roc-A-Fella Records de su marido. 

Beyoncé también apareció en un top de Balmain en el que no solo se leía "Beyoncé 2018", también aparece un faraón, el logo de Black First, una pantera negra y una abeja se dice que se trata de un recordatorio de que Beyoncé es y siempre ha sido una defensora de los derechos civiles y políticos. 

Los outfits de Beyoncé tuvieron un tema clave: el orgullo negro. Durante la actuación, Beyoncé agradeció a sus fans y a Coachella por haberla dejado ser la primera mujer negra en encabezar el festival. Según ABC News, su primer look de Balmain tenía que ver con la reina egipcia Nefertiti, una figura histórica a la que ya se había referido antes. Sus bailarines iniciaron el espectáculo con catsuits que también incluían símbolos de la Esfinge y como informa The Telegraph, el sombrero alto que llevaba Beyoncé es similar al de Nefertiti, hallado en 1912. 

Beyoncé quería dejar huella más allá de lo musical y así se explican las numerosas referencias, en el concierto y el documental, a Nina Simone, Malcolm X, Maya Angelou o Chimamanda Ngozi. ¿Lo habrá logrado?