Ser yo mismo me ha salido caro

Para ser uno mismo, en primer lugar hay que aceptarse tal cual y esa parte es la que a veces suele salir caro y me explico; Aceptarse no siempre es una tarea fácil. Aceptarse a uno mismo no significa convertirse en un ser pasivo, conformándose no me malinterpreten. La tarea de aprender a aceptarse requiere enfrentarnos a nuestros miedos, afrontar nuestros sentimientos, aceptar nuestro físico y aprender a convivir con los aspectos que no podamos modificar. Conseguirlo hará que nos sintamos más seguros de nosotros mismos, que afrontemos la vida de forma más realista y que podamos utilizar en mejorar, la energía que antes utilizabamos para esconder nuestros límites a nosotros mismos y a los demás.

Muchos piensan que el ser auténtico y ser quien uno quiere ser es una tarea fácil pero la realidad es que no siempre es tan sencillo con tantos prejuicios y estigmas de la sociedad en pleno siglo 21. En el proceso han surgido señalamientos, críticas y hasta el alejo de personas que consideraba importantes en mi vida pero durante este recorrido aprendí varias cosas:

1. Tu vida es tuya. Nadie debe ni puede vivir por ti. Eres el dueño de tus pasos en esta vida. No dejes tu destino en manos de los demás. Es hora que aprendas a valorarte y a saber que si tú no te quieres, nadie lo va a hacer por ti.

2. Nadie puede entender realmente cómo es nuestro camino. No han usado nuestros zapatos. Las personas que nos rodean pueden conocer nuestra historia vital, pero jamás han experimentado nuestras emociones en su piel. Nunca han estado en nuestro lugar. Ese es el motivo por el cual podemos decir que lo que ellos piensan acerca de nosotros es su realidad no la nuestra.

3. La opiniones pueden ser constructivas pero algunas críticas pueden llegar a ser destructivas. Una crítica puede ser una pequeña “herida” que va perjudicando poco a poco nuestra autoestima. Para que esto no ocurra debemos blindarnos de las críticas. Y ello se consigue principalmente, valorándonos y aceptándonos tal y como somos. Si no puedes dejar a un lado las críticas, acabarás perdiendo toda tu identidad, y algún día, cuando revises tu interior, serás incapaz de reconocerte. Habrás perdido toda tu pasión, tus sueños, y tus metas.

4. Sé auténtico. Atrévete a ser tú mismo. No sólo ganarás tú, sino que también ganará aquellos que te rodean. Crece y aprende, y jamás te disculpes por ser como eres. Eres una persona valiosa y especial. Eres tú.

5. Eres una persona única. Tienes tus defectos y tus virtudes como todo el mundo. No eres mejor ni peor que nadie. Así que descúbrete de nuevo y ten el valor de ser tú mismo. Todos tenemos siempre algo bueno que ofrecer, pero muchas veces las voces de los demás ahogan nuestra propia voz interior. Cuando ese ruido domine tu vida, párate. Respira, y vuelve a escucharte.

6. No permitas que nadie te diga lo que puedes hacer y lo que no. Que ellos no puedan hacer algo no significa que tú no puedas. Por lo general te marcan tus limitaciones porque ellos tienen esas limitaciones y te traspasan su inseguridad y su miedo. Escúchate a ti mismo.

Acéptate, quiérete, y valórate.

Todos queremos ser felices. Todos queremos hablar del amor propio pero no siempre hablamos de lo mucho que cuesta. Y cuando hablo de precio no me refiero a dinero si no al proceso de aceptación y de valoración que muchas veces nos sale caro pero nada tendrá más valor que estar en paz y conforme con quien eres.
